Ya hemos hecho bastantes recetas de postres navideños y como que estamos un poco hartos de azúcar, ¿no?. Pues hoy traemos algo distinto, un entrante o aperitivo delicioso y fácil de hacer. Para empezar debemos cortar la cebolla en trocitos muy pequeños y poner a calentar el aceite en una sartén a fuego medio-alto. Sofreímos la cebolla con una pizca de sal hasta que esté tierna.
Paso 2
Una vez que la cebolla esté doradita añadimos el pollo y vamos removiendo durante un par de minutos para que el pollo coja sabor. Una vez listo lo retiramos del fuego y dejamos que se enfríe. Mientras tanto escachamos las zanahorias y las sazonamos usando sal y pimienta. Es hora de preparar la masa de hojaldre, estirándola lo más fina posible y cortando rectángulos de unos 5x10cm.
Paso 3
Para montar los hojaldres colocamos un poco de la pasta de zanahoria en cada rectángulo y encima de eso un poco de la mezcla de pollo y cebolla. Tendremos que envolver los rectángulos con cuidado empezando a enrollar por el lado más corto y dejando la unión boca abajo para que no se abran al hornearse. Metemos la bandeja con los hojaldres en la nevera y vamos precalentando el horno a 200ºC. Una vez caliente, sacamos los hojaldres de la nevera y los untamos con el huevo previamente batido, metiéndolos acto seguido al horno y cocinándolos durante 20 minutos a 200ºC de nuevo.
¡Listo!
Una vez cocinados los hojaldres puedes decorarlos con semillas de sésamo, amapola o especias para darle un toque especial. Este aperitivo ligero quedará genial en tu mesa ya sea frío o templado.
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